El silencio no es salud

Entrevista sobre el 24 de marzo.

Por una sociedad con memoria, verdad y justicia.


Javier Bedne es un militante activista judío por la verdad, memoria y justicia desde hace muchos años. Lamentablemente vivió una de las peores situaciones, la desaparición forzosa de su hermano Darío en la dictadura militar de 1976.


¿Cómo te sentís en esta fecha? ¿Te moviliza más que otros días?


- Es muy buena la pregunta, porque hoy no estoy igual que otros días. Aunque esto no debería ser así porque en definitiva todos los días son muy difíciles. Pero hay algo en nuestras cabezas que decide organizar las fechas y sentirse de una forma en particular. También lo que pasa es que yo doy muchas charlas en estas fechas y hoy fui a una escuela primaria en la que un chico me pregunto “¿Si pudieras tener a tu hermano en frente, qué le dirías?” y que capaz en otro contexto no me chocaría tanto pero en el contexto actual tiene mucha profundidad. Comprendo que las charlas sobre memoria son muy sanadoras, pero cuando se acercan estas fechas en particular salen temas mucho más sensibles que cotidianamente no hablarías. 


-Si, entiendo que capaz estas un poco en automático al dar tantas charlas durante tantos años.


-No para nada, no siento que estoy nunca en automático. El país pasó por muchas crisis como el atentado a la embajada de Israel, la AMIA, el 2001 y uno nunca termina de procesar nada ni poder estar pensando solo en una cosa.


¿Cómo era tu vida en esa época? ¿cómo vivías el día a día?


- Tenía 14 años y no tenía dimensión de la realidad, sabía lo que pasaba en la calle porque lo podía ver. Pero hasta el día de hoy no tengo la dimensión suficiente para comprender qué fue lo que sucedió. El aparato comunicativo de los militares era muy fuerte, entendían mucho del tema y podían dominar a la sociedad para que hablen de lo que ellos querían que hablen, como fue el caso del mundial del 86’. 


¿Cómo les llegaba la información sobre lo que estaba sucediendo en el país?, ¿cómo podían descifrar cual era la verdad ante tantas mentiras y ocultamientos?


- Es muy interesante lo que cuestionas, en principio había dos tipos de situaciones muy claras cuando querías intentar descubrir la verdad. Primero estaban los que se enfrentaban con su cuerpo y morían en el acto, y en la segunda situación están los que se metían donde supuestamente no tendrían que estar y son “chupados” por el aparato represor. El aparato represor tenía muchas caras, lo formaban el ejército militar, los policías y “la triple a”. La comunicación se iniciaba cuando una persona quería tener información sobre la desaparición de alguna persona cercana y se acercaba a alguna estación policial o a algún ministerio (en este caso como lo hicieron mis padres) y ellos comenzaban a ver las mismas caras de desesperación repetidas una y otra vez, allí se transmitía la información más ”informal”.


- Okey, entonces era algo más como el boca en boca, no una noticia precisa como podemos escuchar hoy en cualquier medio de comunicación.


- Si, era todo más a prueba y error. Había mucho miedo en el acto de informarse y comunicar hacia los demás, porque la información podría ser inexacta y además el factor clave del silencio, el miedo. Mi mamá tuvo que dejar de movilizarse con la militancia de las madres en un punto porque temía por la seguridad de sus otros tres hijos. La culpa del sobreviviente es muy grande porque arrolla al que pudo “zafar”. 


- Si, que interesante escuchar esa visión desde tal punto de vista, me resuena a cuando un cuidador tiene que encargarse de un enfermo y debe dejar todo por el cuidado del otro, y en un momento también se vuelve una especie de “víctima” la persona que no sufre ninguna enfermedad, aunque sí padezca muchas situaciones de la enfermedad de ese tercero. Creo que no existe una verdad en el como sentir cuando suceden hechos tan terribles.


- No hay una verdad, pero si hay cosas en común que muchos familiares con víctimas de desaparecidos padecíamos y padecemos hoy en día. Durante muchos años el mensaje “el silencio es salud” circuló en nuestra sociedad como expresión represiva y lograron su objetivo, callamos por miedo. Actualmente sigue sucediendo este mecanismo, como fue con la primera marcha por la muerte del fiscal Nisman la cual se llamó “la marcha del silencio”. Por un lado hay un sector social que propone hablar de la historia y por otro hay gente que se opone a ello y opta por callar. Amigos cercanos míos me dicen que pare de hablar del tema, que “suelte” y yo no entiendo cómo podría dejar de hablar de algo que nunca terminó.


Durante los años en democracia en Argentina y al saber que hubieron 30.000 desaparecidos en el país, ¿seguiste tratando de averiguar información sobre tu hermano?, ¿te acompañaste de otras familias en situaciones similares?


- Yo empiezo a participar activamente en los últimos años, el mensaje “el silencio es salud” conmigo tuvo mucho éxito. Me costó encontrar mi espacio militante y actualmente estoy en la agrupación de familiares judíos de desaparecidos en la cual me siento muy comodo, tambien escucho el programa de radio “la voz de los colimbas” ya que mi hermano estaba en la colimba cuando lo desaparecieron, y eso hace muy difícil saber que ocurrió por la situación particular en la que estaba. Hoy en día elijo participar en muchas charlas a las que me invitan, elijo hablar. La sociedad dice que quiere tener memoria, pero ella misma se resguarda de tenerla, es muy ambivalente. Queremos saber todo pero por otro lado no queremos saber nada. Una sociedad que tiene memoria, verdad y justicia es más sana y es primordial tener estos conceptos asegurados, en la Argentina eso no pasa nunca.


- Exacto y creo que aunque sea con tener uno de los tres elementos al menos podríamos avanzar muchísimo como país.


- Todo lo que sucede en nuestra tierra queda abierto, ese es su final, la nada. Todos elegimos dia a dia de qué queremos hablar y de qué callar. 


¿Qué te gustaría que nos transmitan en la facultad sobre esta temática?


- Paulo Freire decía que “el sistema de educación que tenemos no sirve porque son respuestas a preguntas que nadie se hizo”. 


- Me gusta esa frase.


-Yo creo que lo que hay que hacer es generar estos interrogantes que vos hoy te haces para luego buscar las respuestas basado en un interés genuino. Capaz ni siquiera buscar las respuestas, sino más preguntas. Es todo muy complejo porque aunque hay cambios trascendentes en la educación, modificar todo su sistema es muy difícil. Recordá también que estamos en un panorama donde no se logran alcanzar las prioridades más básicas del ser humano, entonces ¿cómo le vas a hablar sobre memoria a un nene de Chaco que no tiene agua potable?. Sin embargo, estoy muy orgulloso de que se siga difundiendo mensajes y valores sobre estas temáticas tan necesarias.

- Si, lamentablemente no todos tenemos las mismas posibilidades ni herramientas para educarnos.


Para cerrar, ¿cuál pensás que puede ser la mejor justicia hacia las familias con víctimas del golpe militar?


- En los casos como el de mi familia, mi mayor deseo es que me den los huesos de mi hermano, tenerlo y que pueda descansar en el lugar donde se lo merezca. La dictadura militar ganó en mi caso. El mayor temor que tengo hoy es “la desaparición del desaparecido”, si yo no milito por la justicia de mi hermano él desaparece por completo.

- Que tremendo, no me puedo imaginar esa sensación. Es increíble tener que sentir eso después de todo lo que le sucedió a vos y a tu familia. 


- Mi militancia siento que es la que le da vida a Dario, pero yo tengo que seguir siendo Javier, no puedo dejar de seguir siendo yo. Por eso es necesario encontrar un balance en donde las dos personas puedan existir.


- Que fuerte todo, es todo muy perverso e incoherente. No hay una respuesta, no hay un bien o un mal. No hay respuestas para saber cómo actuar ante situaciones irracionales como estas. Me quedo con muchas sensaciones y frases dentro de mí sobre esta charla. Gracias por permitir este espacio de intercambio que tan necesario es para seguir ejercitando la memoria activa.


- Hoy ya sos una militante, el acto de interrogarse e interesarse por descubrir la verdad y mantener la memoria es un acto fundamental para nuestra sociedad y más en los jóvenes como vos. 


- Gracias otra vez por tus palabras, tu amabilidad y sinceridad. Me pareció una charla muy interesante y genuina, valoro tu tiempo y dedicación en cada respuesta.


Comentarios

  1. Hola!! Soy Coti. Me gustó mucho tu entrevista. No se si ya conocías o no al entrevistado pero se nota que pudiste lograr un relax y un clima muy cálido. Me gusta que sea tipo “charla” y no preguntas directas porque lleva da más a una conversación.

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